Llegará y yo lo celebraré, será una revolución callada, más que callada, silenciosa. Y cuando menos lo esperemos, el Sol y Sombra se habrá hecho un hueco en nuestros bares.
¿Y que será de las ginebras premium, los Gintonis, el hielo seco, las raíces e incluso los geranios que se usan ahora para cobrar cuatro veces lo que vale la copa?
Pues no tengo ni idea, pero es que me importa una mierda. Porque habrá vuelto el rey de los cócteles, el mejor combinado que nadie se haya podido imaginar, la mezcla perfecta.
El café, copa y puro, lo que viene siendo un «completo» de toda la vida, volverá a tener sentido. Hasta el peor actor en paro que trabaje como camarero sabrá servir uno en condiciones.
Se acabará la marginación, se acabará el mezclar el Anís con el Brandy a escondidas, podremos pedirlo de nuevo en los bares sin dar explicaciones, sin que nos enseñen un abanico de botellas diferentes, ni pretendan innovar.
Copa redonda, mitad de Anís, mitad de Brandy y a disfrutar del Sol y Sombra.
LORENTZERO 
Tas locooooo. Yo ni muerta!! Mi primera tranca fue con ese brebaje en fiestas de un pueblo navarro y no pienso volver a probarlo. Me beberé agua de geranios con limacos de la huerta embotellada en cristal de Murano. Pero sol y sombra, no!
Eres la hostia! Si el sol y sombra se pone de moda como lo ha hecho el gin tonic sera que el apocalipsis esta cerca…
El fin del mundo Mikel.
El día que te visite, probaré un sol y sombra 😉
Estás segura???
Si me lo preguntas tú, no jaja