Es tiempo de cerezas.
Que buenas son las cerezas. El otro día tenía que hacer un postre con ellas y me pareció un pecado estropearlas. Así que las puse en un cuenco limpias, bien fresquitas; cogí dos de cada ración y con ayuda de una jeringuilla y una aguja (sin usar) les inyecté Vodka, al mas puro estilo RobinFood.
Después fundí chocolate negro y cubrí con él las cerezas inyectadas. La mezcla es deliciosa, un resultado espectacular. Y eso que no traté al chocolate como se merece, no seguí el proceso de templado-enfriado para que quedara perfecto. De nada sirvieron mis estancias en grandes casas, mis jornadas codo a codo con Torreblanca, con Oriol Balaguer, los libros leídos, las enseñanzas de Xabier Gutiérrez con su Tratado del Chocolate.
Pero me quedaron buenísimas, no aptas para eruditos en la materia, para puristas, pero estaban cojonudas.
LORENTZERO 
Me tienes preocupada, inyectas cerezas borrachas, meas en la puerta de las iglesias (esta vez el borracho serás tú, supongo) y tienes algo tan raro como una fascitis (¿te obliga a cantar el cara al sol?), asi que me pregunto… ¿no serás un invento virtual de algún gris funcionario de hacienda?… jijiji, sospechas de una peliculera…
Pues espero que no, que horror! Yo un invento virtual, que tristura.
Cuando se levante la primera iglesia de la Patatologia, allí estaré yo, esperando a que pongan la puerta.
En tu honor la mandaré hacer en bronce, que toma una bonita pátina verdosa al contacto con el liquido, pero pensaba colocarte de chamán dado tu proverbial conocimiento del mundo vegetal y animal.
De Chamán?
Me estás convenciendo…
Jijiji, zarrapastroso, acabo de fijarme en los calcetines del radiador que salen tras la botella ¡en una foto del post! (y yo hecha una cursi, aplicando mascaras de enfoque a las fotos), ah, claro!, se me olvidaba… ¡si es que no piensas!
Que fuerte!!! Pues si que estás en mi contra, que te pasa con los calcetines? Que andabas cotilleando?
Yo no cotilleo, veo. Y en cuanto a los calcetines, le dan un toque favela-chic a la foto.
Fabela chic, jaaaaajajajajaja. La verdad es que mi casa, con tanto niño, tiene aire de favela.
No soy purista ni erudita, seguro que me gustarían!